El Wachi
Dicen los científicos que prolongar la infancia es el mejor remedio para el cuidado de la salud mental, pero a veces creo que a Leo se le va la mano. Caprichoso, teatral y en pocas veces provocador. Sus gestos a veces llevan al limite de la paciencia a entrenadores, plateistas y demás habitúes. Es igual, sin tener una presencia constante en el juego, aparece para clavar una diagonal o un desborde, como si fuera una puñalada a la defensa rival, y en reiteradas ocasiones, abrir o liquidar un partido. Uno de esos delanteros capaces de usar el recurso mas inesperado, que siempre representa una amenaza, que maneja la velocidad y conoce su oficio, dueño de un instinto indomable.
(Foto: Locos por Patronato).
L. C.